domingo, 29 de agosto de 2010

Juventud, Alternativa e Internet

En lo que sigue, aporto con un pequeño texto -algo naive debo admitir-, que quedó muy bien ponderado según algunos lectores. Por sobre eso, sin embargo, lo publico por su evidente valor sincronístico con lo sucedido en el "caso Barrancones", experiencia inédita en Chile.

El Rol Particular de los Jóvenes en la Derrota de los Problemas Globales[1]


Cuando el uruguayo José Enrique Rodó escribió su célebre ensayo Ariel -inspirado en el rol de la juventud en la Latinoamérica de su época-, quiso dirigirse a ella enmascarándose en el viejo y venerado maestro Próspero. Allí, con un agudo sentido de la realidad, advierte a los jóvenes que deben ser actores de su propia realización, participando en todas y cada una de las problemáticas que se le presenten. “Aspirad pues –escribe- a desarrollar en lo posible, no sólo un aspecto, sino la plenitud de vuestro ser. No os encojáis de hombros ante ninguna noble y fecunda manifestación de la naturaleza humana, a pretexto de que vuestra organización individual os liga con preferencia a manifestaciones diferentes. Sed espectadores atentos allí donde no podáis ser actores”[2].

Inspirado en este manifiesto poético-filosófico, el presente trabajo expone sucintamente la tesis de que el rol de los jóvenes en la derrota de los problemas -incluso desde sus inicios como categoría social-, dice relación con un cierto reconocimiento cultural de la alternativa, objetivamente plasmada en una permanente evolución metalingüística. En particular, ante los problemas globales de la actualidad, planteamos que este rol se desarrolla en conformidad con el manejo de las tecnologías de la información y las comunicaciones, privilegio con que cuenta la juventud de la posmodernidad.

Según la historiografía canónica, la adolescencia fue inventada al principio de la era industrial, pero no se empezó a democratizar hasta alrededor de 1900, cuando diversas reformas permitieron que surgiera una nueva generación consciente de crear una cultura propia y distintiva, diferente a la de los adultos [sic][3] . Desde el principio, entonces, subyace en la juventud la concepción de que sus integrantes se relacionan de una manera especialísima con su entorno, distanciándose, desde esta especial perspectiva, del mundo adulto. A partir de esta idea, el desenvolvimiento del movimiento juvenil osciló entre un originario interés institucional y una auténtica rebeldía inter-clasista, conforme a la adquisición de mayores autonomías [4].

Ahora bien, con independencia de los relativos contrastes entre las diversas generaciones de jóvenes a lo largo de la historia, existe un punto de convergencia fundamental respecto a todos ellos: la posibilidad real de marcar una alternativa que se constituya en transgresión creativa y determinante para el progreso sociocultural.

Generalizada es la opinión de que durante la juventud, ese precioso y más o menos indeterminado espacio de tiempo -entre niñez y adultez-, el hombre está sujeto a “la tiránica absorción de un alto entusiasmo y del desborde de un desinteresado propósito ideal” [5].. Postulamos que dicho entusiasmo se encauza en el marco de una construcción valórica siempre novedosa, vertida en inéditos juegos de usos y costumbres. En la práctica, la permanente creación de estos verdaderos sistemas metalingüísticos -conformados por un vocabulario y una estética distintiva-, condensa una compleja dinámica social en función de la mencionada alternativa. Frente a los convencionalismos tradicionales y pragmáticos del hombre mayor, el joven enérgico, con fe en el porvenir y confiado en el esfuerzo humano, se manifiesta en contra del sosiego institucional y a favor de distintos propósitos fecundos.


En la actualidad, los jóvenes del siglo XXI no se encuentran excluidos de esta especial posición frente al resto de la sociedad. Desde los computadores e instrumentos electrónicos configuran su vida y el mundo; y con ello nace una nueva tríada metalingüística: la democratización de la información como ideología, la tecnología como estética y el lenguaje digital. Adalides de la vanguardia –que esta vez se confunde con la técnica-, los jóvenes del siglo XXI gozan de una facilidad innata para monitorear permanentemente la realidad mundial a través de la red, otorgándoles la posibilidad de convertirse en verdaderos agentes opinantes frente a los problemas globales (v.g. la contaminación ambiental, la guerra, la pobreza y el hambre, el SIDA, la crisis económica o las violaciones a los derechos humanos). Es más, su rol puede exceder a la mera denuncia masiva y trascender hacia el rol de agentes de cambio online.

El ejemplo más citado sobre el uso de Internet como potente plataforma ocurrió en 1994, cuando el subcomandante Marcos encabezó una revuelta de jóvenes indígenas en Chiapas que, más que las armas, utilizaron las nuevas tecnologías de la comunicación para difundir sus reclamaciones y consignas [6]. Así, desde la que se ha denominado “la primera guerrilla posmoderna”, muchos jóvenes en todo el orbe han utilizado este medio no tradicional -que les es consustancial a sus habilidades-, no sólo para manifestarse en contra de las injusticias, sino también en la búsqueda de soluciones creativas e innovadoras.

A modo de conclusión, un emplazamiento. Según lo explicado, el particular rol de los jóvenes en la derrota de los problemas globales es el desarrollo de una alternativa a las respuestas del mundo adulto, que hoy empalma específicamente con la expansión de las nuevas tecnologías como plataformas metalingüísticas. Pavimentado el camino a través de la red global y sus enormes posibilidades, sólo queda persuadirlos, como herederos natos de aquella herramienta comunicacional, para que hagan un vínculo permanente entre los reales problemas y las soluciones que pueden encontrarse -o incluso crearse e impulsarse- desde el mundo virtual. En fin, con Rodó, el llamado es a no encogerse de hombros y, cuando no se pueda ser actor, al menos ser un espectador atento desde la privilegiada tribuna de la posmodernidad (@).

La Serena, Julio de 2010.



Video promocional Salvemos Pta de Choros

[1] El presente texto fue presentado a INJUV en cumplimiento de las bases de postulación para el programa “Barco de la Juventud del Mundo”.

[2] RODÓ, José Enrique: “Ariel”, The Project Gutenberg e-book of Ariel

[www.gutenberg.org/files/22899/228899-h/22899-h.htm], pág. 8.

[3] FEIXA, Carles: “Generación XX. Teorías de la juventud en la era contemporánea”, Revista Latinoamericana de Ciencias Sociales, Niñez y Juventud, Vol. 4, N°2, 2006, publicado online en [www.redligare.org/IMG/pdf/teorías_juventud_era_contemporánea.pdf], pág. 3.

[4] Ver FEIXA: Op Cit.

[5] RODÓ: Op. Cit. pág. 9.

[6] Cfr. FEIXA: Op. Cit. Pág. 13


3 comentarios:

Renán. dijo...

Bravo, Julian Assange!

Renán. dijo...

http://blogs.elmercurio.com/columnasycartas/2011/02/03/estoy-en-el-cairo.asp

Renán. dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.