domingo, 10 de julio de 2011

El día que yo me vaya





Cuando el universo me abandone
y el viento desgaste mis manos
y abrevie mis pasos.

Cuando el sol esté ausente del cielo
y no me alcance el día.

Cuando el mundo no me proteja del vacío.

Cuando el todo se aleje
y se confunda en la nada.

Cuando en la noche se refleje mi antigua duda
y ya no vea en ella mis ojos...

Entonces, cambiaré mi torpe cuerpo por las alas
con las que entraré en las mañanas del despertar eterno
más allá de los sucesos momentáneos.

Extasiado por las sutiles y vagas nubes,
donde se repetirá la tenue luz que es la vida,
sabré el misterio entero
para poder escribir por fin el poema.

Porque eso es la vida.
Un constante tejer y destejer de vagas sombras,
sin más sentido que la belleza.


Facundo Cabral
(1937-2011)


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