jueves, 30 de abril de 2009

Politik Sci-Fi

Imaginémonos que somos parte de una nueva nación. Acabamos de conquistar algún remoto planeta habitable y debemos establecernos allí. Para ello tenemos un componente humano importante -todas las personas razonables de la tierra-, pero necesitamos de un sistema político:




Propuesta Número 1: UNIVERSITOCRACIA


Esta nueva nación tendrá un horizonte común: el saber. Y como en casi todo, algunos serán más dotados en ello (con ello nos referimos al descubrimiento, evolución y manipulación de los distintos saberes). Dichas personas serán los encargados de enseñar y propagar las formas -y subsiguientes reformas- al sistema. Su nicho será la Universidad, que en cuanto entidad universalista tendrá la misión de estudiar todo lo relativo a nuestra vida (y mas allá) -desde la teología mística hasta la formación de precios, pasando por las distintas filosofías, lógicas y ciencias-; un enclave independiente garantizado y sustentado completamente por el resto de los ciudadanos.


Dicha independencia será una preocupación de la más alta importancia para el sistema político; y por ello, sus operadores estarán encargados de eliminar de inmediato cualquier intromisión de parte de sistemas económicos o ideológicos ajenos a los fines estrictamente universitarios (aun cuando será de la esencia de la Universidad la creación de valores que pudiesen desembocar en intereses económicos o ideológicos). En fin, los distintos líderes universitarios conformarán un consejo de sabios con independencia total y, como se verá, de verdadera autoridad moral.



Punto clave en este sistema resulta el carácter no estrictamente vinculante de las decisiones de estos sabios. Ellas, sin embargo, serán llevadas a la práctica por operadores políticos de orden instrumental sometidos sino por un código moral estricto. La traición de un operador (es decir, la realización de operaciones políticas alejadas sustancialmente de las referencias universitarias o en el sólo beneficio personal -sea directo o indirecto-), será firmemente reprochado en el ego del sátrapa, de tal manera que se le atormentará hasta el harakari (!). En cuanto a su nombramiento, se realizará mediante elecciones populares abiertas donde se calificará su capacidad para tramitar con diligencia y con la mayor transparencia, y en las cuales existirá igualdad de condiciones de postulación y propaganda. Es allí donde se evaluarán las facultades comunicacionales de los postulantes .

El resto de la sociedad civil deberá dirigir sus requerimientos políticos al consejo de sabios, quienes responderán mediante perentorios estudios. Su puesta en práctica, en todo caso, siempre será de parte de los operadores políticos. De esta manera se intentarán resolver los problemas sociales a través de un órgano despersonalizado, independiente y erudito.

Amén (Así sea).



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