Difícil es el camino del andariego. Sale de casa separándose de los suyos, de esa seguridad instintiva que lo cobija. Nota que si se queda allí, asimismo se aliena del hermoso paisaje que lo rodea, se ciega ante la poética del acontecer cotidiano. Debe armarse de valor, de amor a la verdad.
Luego pisará el camino alumbrado con luz propia. El andariego lo aprovechará para conocer a distinta gente, siempre en círculos pequeños, sabe que no goza de muchas amistades. Es durante este recorrido donde debe mostrarse cauteloso y reservado, no tiene razones para jactarse. Buscará refugio con personas buenas, con las que se mostrará atento. Sin embargo no está en casa, incluso puede no estar cómodo, y a veces pareciera estar en guardia. Sabio es el andariego que no arrastra pendencias o penalidades y sigue su camino sin resentimientos fútiles. Los refugios y las cárceles son lugares de paso, por lo que ellos no deben sujetarlo por mucho rato.
Luego pisará el camino alumbrado con luz propia. El andariego lo aprovechará para conocer a distinta gente, siempre en círculos pequeños, sabe que no goza de muchas amistades. Es durante este recorrido donde debe mostrarse cauteloso y reservado, no tiene razones para jactarse. Buscará refugio con personas buenas, con las que se mostrará atento. Sin embargo no está en casa, incluso puede no estar cómodo, y a veces pareciera estar en guardia. Sabio es el andariego que no arrastra pendencias o penalidades y sigue su camino sin resentimientos fútiles. Los refugios y las cárceles son lugares de paso, por lo que ellos no deben sujetarlo por mucho rato.
Atento también con perder el camino. Ocurrirá muchas veces. Muy común será que se confunda con sendas falsas y sin salida. Mientras más tiempo recorra estos caminos ignotos, más largo será el regreso al mismo punto desde donde se perdió. Mientras más alto vuele, más fuerte será su caída. Volverá con los rasguños de su incompetencia, sin embargo recordará que nunca sentiría la satisfacción de recobrar el camino si antes no lo hubiera perdido.
¡Cuidado con los monstruos que viven en estos lugares oscuros que por error se conocen! De partida asume el andariego que son inmortales, y que la lucha será constante. Que los repela durmiendo, descansando, porque despiertos son capaces de superar toda su energía. La muerte está asegurada si el andariego no es silencioso y no camina de puntillas. Su sutileza será premiada con un gran tesoro, un pedazo de verdad.
Bien por aquel que supere sus venturas y encuentre posada donde alojar momentáneamente. Que lleve sus cosas al lugar. Si es habiloso conseguirá la perseverancia de algún servidor y tendrá ayuda desinteresada. Sin duda una delicada joya que cuidar.
Él sabe que el final del viaje es remoto, pero la utopía del origen lo motiva fuertemente. En ese momento reirá y se hará uno con la Naturaleza. Valdrá la pena haber sido un andariego.
2 comentarios:
mira k bonito loko
poder leerte
andariego
recorre los mismos caminos
del buda
que aprisionado en la eterna primavera
se da cuenta que hay que salir a buscar la verdad
y si
es cierto
lo mas peligroso
son las quimeras
que alimentan la esperanza por un tiempo
que crean los fantasmas que nos obsesionan
renan
denuevo un gusto
es hermoso lo que escribiste
lleno de significado
te insto a hacer de este andariego
un zaratustra, un altazor
una sintesis entre filosofia y poesia
una union entre lo normativo y lo estetico
hermoso, muy hermoso
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